Pula es una pequeña ciudad del condado de Istria, en Croacia, que tuvimos la oportunidad de visitar en 2011 durante nuestra ruta por los Balcanes en coche. Hasta Pula se acercan muchos turistas por su buen clima y su privilegiada ubicación a orillas del Mar Adriático, pero si algo la distingue de otras ciudades vacacionales de la zona es su impresionante legado de la Antigua Roma. Su monumento estrella es el Anfiteatro de Pula (a veces referido como Pula Arena), uno de los más grandes y mejor preservados del planeta. Si vais a viajar a Croacia, merece mucho la pena visitar Pula.
Breve historia de Pula
Los orígenes de Pula se remontan, según algunas fuentes, a tiempos de la Antigua Grecia (s.X aC). En el año 177 aC los romanos (antes ya del Imperio Romano) invadieron la península de Istria y Pula se convirtió en un puerto de referencia, lo que llevaría a un continuo crecimiento y embellecimiento de la ciudad. Reliquias de aquella época situarían su fundación hacia el 47 aC. Con la caída del Imperio, Pula pasaría a manos de los ostrogodos en el año 476. Eran sólo los principios de una historia llena de conquistas y reconquistas que les llevaron a pertenecer al Imperio Bizantino, a los francos de Carlomagno, a la República de Venecia en varias etapas, a los pisanos, a los genoveses, a los Habsburgo, al Imperio Napoleónico, de nuevo al Imperio Austríaco, a la Italia fascista de Mussolini, al curioso y efímero Territorio Libre de Trieste, a la extinta Yugoslavia y, desde 1991, a la República de Croacia. En muchas de estas etapas, Pula fue llamada “Pola” (su nombre romano) y no fue hasta el final de la II Guerra Mundial cuando su topónimo actual, el croata, fue establecido como oficial. Aún así, sus vínculos con Italia (como en toda Istria) siguen muy vivos.
sigue leyendo -->
No hay comentarios:
Publicar un comentario